Presentación del libro Hablando de danza desde Nueva York para las Américas, de Patricia Aulestia


Por: Teresa Icaza, 22 de octubre 2014

En ocasión de los 10 años de la CIAD en México, el martes 21 de octubre 2014 se presentó en la Sala del INDAUTOR el libro Hablando de danza desde Nueva York para las Américas, de Patricia Aulestia. La obra consiste en una recopilación de sus crónicas sobre encuentros de danza publicadas quincenalmente a lo largo de 10 años en el diario Ecuador News.
Participaron en la presentación los investigadores, promotores y críticos de danza Héctor Garay Aguilera y óscar Flores Martínez y Alfonso Lorança.
Según palabras de Alfonso Lorança, la autora sabe que "la investigación es imprescindible para impactar positivamente en la formación, creación y promoción de la danza". Patricia Aulestia, añade Lorança, ha sido "una aguerrida impulsora de espacios de interlocución académica que posibilitan el intercambio, la reflexión teórica y la sistematización de experiencias en el ámbito dancístico".
A su vez, la coreógrafa e investigadora Patricia Aulestia, quien recientemente fue nombrada vicepresidenta de la CIAD, hizo una interesante reseña sobre el origen de esta organización, creada por el especialista en danza Rodolfo Solmoirago.
La Confederación Interamericana de Profesionales de Danza (CIAD) existe desde hace treinta años en el Ecuador y está conformada por profesionales y docentes de academias privadas del arte de la expresión del movimiento, es decir, desde clásico o contemporáneo hasta folklore, tahitiano, flamenco, jazz, hip hop, lírico, latino, street dance, tap, show, o belly dance. La idea, según palabras de la autora, es no excluir ningún género dancístico.
Hoy en día la CIAD organiza eventos académicos, talleres, publicaciones impresas y electrónicas en Argentina, México, Ecuador, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Chile, Brasil, Cuba, Canadá, Italia y España. El fin primordial de la confederación es promover la danza y nivelar la calidad de enseñanza. Respecto a los concursos, Patricia Aulestia precisa que no se trata de competencias entre los participantes, sino de los bailarines consigo mismos.